La temporada de futbol americano de los equipos poblanos inició el
mismo día y terminó en la misma etapa, en las semifinales de la
Conferencia Premier de la Conadeip.
Fue el 10 de septiembre cuando Aztecas de la UDLA en su calidad de campeón, recibió a los Borregos del Tec
de Monterrey campus Puebla en el “templo del dolor” donde se abría la
temporada donde la expectativa para ambos equipos era muy clara.
Por un lado Aztecas marcó la meta, ganar el bicampeonato de la Conferencia Premier de la Conadeip otra vez, y por su lado el Tec Puebla conseguir postemporada y llegar a semifinales.
El triunfo contundente de los Aztecas en aquella fecha
respaldaba las expectativas: Aztecas estaba para pelear por el título y
Borregos Puebla a seguir trabajando para pelear frente a los grandes.
Aztecas
La temporada para los dirigidos de Eric Fisher fue de
más a menos, en las primeras semanas se veían indetenibles, con todo y
la novatez y poco ritmo de su mariscal de campo, Gustavo García.
El cuerpo de receptores de la UDLA estaba con valores
muy importantes, quien es el mejor jugador de la Conferencia Premier de
la Conadeip, Édgar Valles, junto con Leopoldo Lara y el aporte de
Édgar Mares era una buena combinación con el ataque terrestre de James
Walter, José Cervantes y por supuesto Samuel Wong.
Pero el problema de los verdes empezó cuando se dio la
dura lesión de Edgar Valles, el mejor receptor de la liga se quedó
fuera de la temporada y su carrera en los emparrillados todavía está en
veremos con la lesión en las cervicales.
Por si fuera poco, durante los partidos se fueron
acumulando las lesiones para los verdes, sobre todo del lado ofensivo. A
pesar de ello se mantenían las victorias gracias a que la defensiva
aguantaba partidos y el nivel de los rivales, en muchos juegos fue muy
bajo.
Hacia la recta final de la temporada el nivel de los
rivales fue incrementando y el rendimiento fue bajando poco a poco.
Sobre todo cuando Gustavo García tuvo que tomar el rol protagónico y la
imaginación se terminó desde la banca. La soberbia después del triunfo
en el primer juego ante Monterrey cambió las cosas para los Aztecas.
La ofensiva terminó por ser de muy pocas opciones por
tierra, se subestimó a gente como Cervantes; mientras que por aire, en
los momentos claves se fallaron las jugadas con Gustavo García que
terminó por demostrar su novatez en los momentos de quiebre.
La defensiva conforme avanzó la temporada fue
mostrando carencias al detener el ataque terrestre. En las derrotas
ante Monterrey y en la de las semifinales ante el Tec Estado permitieron más 200 yardas por tierra. Las razones fueron mucho tiempo en el terreno y fallas en sus apoyadores.
Por el lado del Tec Puebla demostró que es un
programa en formación, a diferencia del año pasado su ofensiva tuvo más
balance, con un equipo que pasó más la pelota con Eric Juárez y su
receptor Fernando Andrade.
Fuente: lajornadadeoriente.com.mx // LEOPOLDO AGUILAR CRUZ
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